Las distintas estructuras de los circuitos Santé de madera ofrecen la posibilidad de configurar un recorrido que permite realizar un trabajo evolutivo adaptado a la edad y a las aptitudes físicas de los usuarios.
Los equipamientos están disponibles en dos alturas, con el fin de poder crear un circuito junior y otro circuito para adultos.
Los adultos pueden realizar ejercicios de calentamiento, de musculación y de estiramiento orientados al mantenimiento de su condición física. Para los más jóvenes, la ergonomía de los elementos favorece más intensamente el desarrollo de la motricidad y del equilibrio a través de distintos niveles de dificultad que superar.
Los circuitos Santé de madera van acompañados sistemáticamente de una señalización específica que informa a los usuarios del nivel de dificultad de cada ejercicio y de la intensidad cardiaca que suscita la actividad practicada.